El matrimonio cristiano como sí en el amadoNinguno de [los contrayentes en el matrimonio cristiano] considera su propio espíritu como garantía última de fidelidad (esto sería presunción y egoísmo), sino, en el amor, el espíritu del amado. Decir sí en el propio espíritu significaría co⁠-⁠afirmar los propios defectos y pecados, mientras que decir sí en el espíritu del otro significa afirmar el amor. […]La garantía última de fidelidad en el matrimonio cristianoDel comentarioNos hemos acostumbrado a pensar, en un mundo donde las personas se consideran siempre más como individuos aislados y no como arropados en conjuntos más grandes (si bien imperfectos) de los que ellos quedan agradecidos: esposo o esposa, familia, parientes, sociedad, pueblo, nación etc.; nos hemos, pues, acostumbrado a considerar, de alguna forma, fuera de todos estos contextos naturales y sociales, nuestras vidas como parábolas individuales, caminos solitarios en los cuales encontramos providencialmente lo que puede completar estos caminos y sostenerlos durante un rato. ¡Dejamos fuera toda idea de plenitud! Aquí estamos hablando de un mínimo de satisfacción o apoyo personal que para esto puede necesitar personas o cosas. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 14.12.23.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos enbalthasarspeyr.org/es/publicaciones

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