Dejarse guiar por el Espíritu Santo es como un compromiso matrimonial en vista del matrimonio[El sí [de María] solo puede ser escuchado por Dios en el modo en que Dios quiere escucharlo, es decir, según ese modo doble… el Espíritu Santo le inspira a ella responder de ese modo. Es Él quien ya está obrando en ella y la está guiando, aunque solo después la cubrirá con su sombra.] Traducido al ámbito de las relaciones humanas, su sí es como un compromiso matrimonial previo con el Espíritu en vista del matrimonio que sigue. […]María dice sí en el Espíritu de Dios y no en el suyo propioPor eso María también dice sí en el Espíritu de Dios y no en el suyo propio, de la misma manera que en el matrimonio cristiano cada uno de los contrayentes dice su sí en el espíritu del otro y no en el propio. […](Primera parte)En el matrimonio se dice sí en el espíritu del otro(Segunda parte)Del comentarioLa analogía que vemos esbozada aquí muestra con sencillez que el modelo, la referencia para el matrimonio cristiano (y también para la vida consagrada) es la actitud de María, es su forma de decir sí a Dios. Y lo que dice la autora en este texto es lo siguiente: como María dice sí en el Espíritu de Dios y no en el suyo propio, así también en el matrimonio cristiano […]

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