Un sí común que hace posible la encarnaciónEl Señor nunca ha solicitado a su Madre para sí de tal modo de no confiarla siempre también a otra persona. Así, primero la unió a san José y el sí de sus esponsales se transformó en el fundamento del posterior sí de ambos al ángel, por el que ambos fueron incluidos en la nueva vocación común […]Para la fecundidad en la Iglesia siempre es necesaria una comunidadPero tampoco al final de su camino, en la cruz, el Señor deja sola a su Madre. Como entonces no ha dejado que sea fecunda en soledad, así ahora le da a su nueva fecundidad sobrenatural la forma de una nueva comunidad sobrenatural con el apóstol Juan. […]María ha vivido los dos estados de vida y los ha fundado con el SeñorMaría ha vivido los dos estados de vida y los ha fundado con el Señor. Él la introduce tanto en uno como en el otro estado, cada vez en una determinada, precisa forma de vida comunitaria, prevista e ideada por Él mismo. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 20.4.23.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos enbalthasarspeyr.org/es/publicaciones

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