Este episodio empieza con la segunda parte sobre la misión de la Comunidad San Juan:MisiónEl mundo es, originariamente, una obra buena del Padre, que lo ha amado tanto de entregarle a su Hijo. Por eso, con palabras de San Ignacio, Dios puede ser buscado y encontrado en todas las cosas: la revelación del Dios que se muestra, se dona y se comunica es el origen y el cumplimiento de todo lo que es bello, bueno y verdadero en este mundo. Y Dios quiere ser buscado, encontrado y amado preferentemente en una cosa: el hermano que sufre, sin forma ni belleza.Ana, la madre de MaríaY sigue con un retrato de Ana, madre de María, en Cuaderno de temas de Adrienne von Speyr.Allí descubrimos el rol de Ana, madre de María, en la concepción inmaculada de su hija, estableciendo así los cimientos para los misterios de la virginidad y la vocación pura. Ana se sorprende y desborda ante este misterio.María y JoséMaría no posee nada en sí que primero deba ser reordenado plenamente a Dios por la experiencia y la purificación. Por eso tampoco conoce el presentimiento oscuro de la joven inocente. Ella es tan pura que, aunque conoce las leyes de la procreación humana, no reflexiona de ninguna manera sobre ellas para determinar por adelantado la forma de su vida. […]La Madre y los hombresMirando a la Madre, el joven que le confía su vida ve abrirse ante sí los caminos de ambos estados de vida. Ella le hace ver con claridad el hecho de que él tiene, simplemente, que elegir: no puede mirar a la Madre y no ver que todo cristiano ha de realizar una verdadera elección. […]–––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 8.12.22.Descargue el libro Ancilla DominiMás textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

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