Si enero fue eclíptico y por tanto toma de decisiones ya que los rumbos giraban, febrero fue el mes de apostar por esos nuevos caminos. Marzo por tanto viene a eliminar lo que no nos sirve, sobre todo a nivel pensamiento. Urano por su parte en Tauro, hace su entrada historica despues de 84 años, algo que provocará verdaderos terremotos en nuestra estabilidad personal. La clave está en vivir ante la inestabilidad que nos proporcionará marzo, pero que en definitiva lo que estaremos haciendo es apostar por un nuevo futuro.

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