Es el órgano más importante y también el más peligroso. En la sociedad actual, solo podemos encontrar corazones en terapia intensiva, atrapados, indiferentes y endurecidos.
Ante este panorama Dios llega a nuestras vidas con una promesa que nos devuelve la esperanza: "Les daré un corazón que me reconozca como el SEÑOR. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón." Jeremías 24:7
Acompáñanos en esta serie que Dios tiene para nosotros. Con todo el corazón