Jesús no fue una víctima. Él eligió dejar al margen su poder y atributos divinos para sacrificarse, no para apaciguar a un Dios Padre enojado, sino para mostrarnos que su elección fue la expresión más verdadera del Amor divino y una identificación total con nuestra humanidad. ¿Le estás permitiendo a la mente de Cristo, que Dios ha puesto en ti, que le dé forma al nuevo ser que está haciendo de ti? La CIG te invita a que escuches el mensaje titulado “DOMINGO DE RAMOS- EL SANTO SACRIFICIO DEL
AMOR” En él se muestra como la pasión y muerte de Jesús fue la expresión más verdadera del Amor divino y, de forma expositiva, a la luz de la Palabra de Dios iluminada por el Espíritu Santo, tratamos de dar respuesta a la pregunta planteada anteriormente, según lo recogido en el pasaje de Filipenses
2:5-11.
¡Pedimos que andemos todos bajo la amorosa, misericordiosa y soberana bendición de Dios y te aproveche!

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