Seguimos escuchando la 3ª parte de Introducción a la vida devota, concretamente hoy finalizamos el capítulo 14 continuando con el capítulo 15 y 16. En estos capítulos, San Francisco de Sales nos introduce en la virtud de "la pobreza de espíritu" en relación con los bienes materiales tanto si se tienen muchos como pocos. Lo importante es ver dónde está puesto nuestro corazón, éste debe permanecer libre y abierto solo a Dios y a lo eterno. Hay que considerar los bienes materiales como ajenos a nosotros mismos y que nos han sido dados por Dios para administrarlos y gestionarlos aquí en la tierra.

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