JUGUETES DE DESALMADOS
Harto tengo el corazón de lágrimas y dolores,
de espigas secas, de sinsabores,
harto de adioses en vano y de sudores resecos
en pieles de los esclavos
de una España harta de expertos en la rapiña,
con guadañas de muerte que se trajeron
en manos muertas de almas inertes,
por no traer flores sino armas dispuestas
a dar como toreros el paseíllo.

Se han olvidado las tardes de las diarreas,
ellas desnudas corriendo por las aceras,
rapadas como skinhead, muriendo al miedo
a cada paso, abrazando la muerte sobre su espalda.

El olor a quemado de los altares
y desnudas las carnes expuestas para las risas
a puertas de los retablos,
sin dejar tan siquiera sus ataúdes,
usando Báculos y mitras como esperpentos, bendiciendo a diablos sin sentimientos
portando los griñones de las violadas
en esa intimidad después de muertos.

Que son ya las doce y aún no ha muerto nadie,
ni hemos matado a nadie esta mañana,
dicen que oyeron del otro bando
los del bando de enfrente de sus hermanos.

Malditas son las guerras todas en una
que solo traen dolor y lágrimas,
mientras su carta se va llorando al viento,
deseando que bese ese rosario
llevando un nombre en el reverso escrito en sangre.
destinatario amor que queda durmiéndose despacio sumido en barro uniéndose a la tierra,
bajo la noche de la maldita guerra
que nunca es ni será guerra de nadie,
guardando para siempre tu nombre en el olvido.

Chema Muñoz©

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