Escuchar "Tiempo, dinero y conocimiento-Dr. Alfredo Serés "
Síntesis del Episodio
En este mensaje el pastor Alfredo, nos habla de la importancia del manejo del tiempo, así como reconocer las riquezas que Dios ha puesto en tu vida y que son la solución para todos tus problemas financieros.
CITA BÍBLICA:
El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; Pero el pobre no oye censuras. Proverbios 13:8
PUNTOS CLAVE DEL MENSAJE:
Las soluciones a tus problemas financieros es tu riqueza. No siempre el dinero representa riqueza; hay una serie de riquezas que Dios te ha otorgado y que son fundamentales para enfrentar cualquier situación financiera, ya sea actual, pasada o futura.
Pregúntate: ¿cuáles son tus riquezas? ¿Cuáles son tus habilidades, capacidades y talentos? ¿Qué dones ha puesto Dios en ti?
Las riquezas que posees son diversas:
1- Dones, habilidades o talentos que Dios te ha otorgado.
2-Tu familia.
Segunda de Reyes, capítulo 4, narra la historia de una mujer, esposa de uno de los hijos de los profetas, que acude al profeta Eliseo. Ella le dice que su marido ha muerto y que los acreedores han venido para llevarse a sus dos hijos como esclavos. Eliseo, quien conocía a su esposo, el profeta Abdías, le pregunta: “¿Qué haré contigo? Declárame lo que tienes en casa”. La mujer responde: “No tengo nada, solo una pequeña vasija de aceite”.
Eliseo, le da una respuesta que cambia su perspectiva. Aunque ella creía no tener nada, en realidad poseía mucho. Tenía una pequeña vasija de aceite, dos hijos, vecinos que la estimaban, manos para trabajar y vasijas que podía pedir prestadas. A través de un milagro, el aceite comenzó a multiplicarse hasta que la mujer no sabía qué hacer con tanto. El consejo del profeta fue: “Véndelo, paga tus deudas y vive tú y tu familia con lo que sobre”.
La producción fue tan abundante que no solo resolvió su problema financiero, sino que también le permitió iniciar una
compañía llamada “Aceite Internacional, Unción para las Naciones”. Esta historia nos recuerda la riqueza de tener una familia, ya sea natural o espiritual, y la importancia de no sentirse solo.
3-Tus relaciones. Es más valioso a quién conoces que lo que sabes. Tu red de contactos puede ser de gran valor. Si alguna vez terminaste una relación laboral, asegúrate de salir en buenos términos. No sabes si esa persona que fue tu subordinado podría ser tu jefe en el futuro u ocupar un puesto de influencia que necesites para avanzar hacia donde Dios te quiere llevar.
Cuida tus relaciones, no solo las presentes, sino también las pasadas y futuras. La gente que conoces es una riqueza que a menudo no valoramos lo suficiente. Te contratan por tus
capacidades, habilidades y talentos, pero te despiden por tu carácter.
4- Ten una buena actitud y confianza para levantarte de las adversidades.
Un evento no me define. Mi unción, mi llamado, mi familia y mi propósito no se quedaron en esa mala decisión. Solo fue un evento, no quién soy.
5- Tu mente o pensamientos.
Tu mente y tus pensamientos son el resultado de tus creencias y conclusiones sobre ti mismo y sobre Dios. ¿Quién
es Dios y cuáles son tus propósitos? Esa es una riqueza. Cuida tus pensamientos, tus conclusiones tu identidad y tu auto hablar.
6- Tu salud. La salud física, emocional y espiritual es fundamental. El ejercicio, la alimentación, tus relaciones, dormir bien y equilibrar el nivel de estrés son esenciales. Tu vida espiritual es invaluable.
Dedica 20 minutos a la oración y 20 minutos a la lectura bíblica, medita en la palabra, ora y mantén una relación constante con Dios.
7- El tiempo
El tiempo es el recurso más valioso de la historia. No se trata solo de no perder el tiempo, sino de ganarlo. No todos
aprovechamos el tiempo de la misma manera, ni todo nuestro tiempo vale lo mismo.
Efesios 5:16 dice: Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Aprovecha bien tus horas y tu día.
Colosenses 4:5 añade: Andad sabiamente con los de afuera,
redimiendo el tiempo. La mayoría de la gente intercambia su tiempo por dinero, lo que se conoce como ingresos activos: dinero que recibes por un bien, servicio, actividad o esfuerzo.
Sin embargo, existen los ingresos pasivos, donde no inviertes mucho tiempo, conocimiento ni esfuerzo, y aun así
generas ingresos. Estos ingresos pasivos, sabiamente gestionados, te proporcionan dinero y te liberan tiempo.
Cambiar tu tiempo por dinero sin una buena administración puede convertirte en esclavo del dinero. ¿Qué es un esclavo? La definición más práctica es cuando una persona es propiedad de otra, y por lo tanto, no es dueña de su tiempo. Cada peso que tienes es un esclavo; ponlo a trabajar. Si no lo haces, te convertirás en su esclavo. La esclavitud moderna es la esclavitud financiera. Se vuelve un ciclo donde intercambias tu tiempo por dinero porque no sabes administrar tus finanzas.
Llevar un registro de tus ingresos y gastos es crucial. Si no sabes cuánto ganas, tampoco sabrás cuánto gastas. Entre el 70% y el 80% de los divorcios se deben a problemas financieros, ya sea por falta de dinero o por mala administración. La falta de administración financiera puede impedirte alcanzar el lugar donde Dios te quiere.
Si no puedes vivir con el 85% de tus ingresos, tienes un problema económico. Si no puedes vivir con el 90%, estás en
bancarrota, ya que el 10% pertenece a Dios. Además, deberías estar ahorrando al menos el 5% de tus ingresos anualmente.
Es fundamental tener varias fuentes de ingresos: por lo que haces, por lo que sabes, por tus inversiones y por tus retiros o pensiones. Si administras correctamente tu dinero, puedes invertir en conocimiento. La mayoría de las personas no ha recibido una educación financiera adecuada. Al menos dos veces al año, deberías leer un libro sobre finanzas personales, inversiones o finanzas en general, y asistir a un curso sobre finanzas al menos una vez al año.
Si inviertes tu tiempo, tendrás dinero. El dinero bien administrado te dará conocimiento, y ese conocimiento te ayudará a invertir mejor tu dinero. Una buena inversión te dará tiempo, y el tiempo te dará más dinero. Este ciclo de tiempo, dinero y conocimiento se retroalimenta continuamente.
La senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18
LLAMADO A LA ACCIÓN:
Aprovechar tu tiempo te permitirá ganar dinero. Si sabes manejar el dinero, adquirirás conocimiento; si logras capitalizar ese conocimiento, también obtendrás más dinero, lo que a su vez te proporcionará más tiempo.
CONCLUSIÓN:
Todos disponemos del mismo tiempo, pero no todos lo
utilizamos de la misma manera, y su valor varía para cada persona. Reconocer tus dones y habilidades te permitirá entender que la riqueza no se limita al dinero. Estas habilidades, que Dios ha depositado en ti, son recursos valiosos no solo para suplir tus necesidades financieras, sino también para agradecer y glorificar al Creador por lo que ha sembrado en nuestras vidas. Además, te ayudarán a cumplir tu propósito e impactar positivamente a tu generación.
CITA BÍBLICA:
El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; Pero el pobre no oye censuras. Proverbios 13:8
PUNTOS CLAVE DEL MENSAJE:
Las soluciones a tus problemas financieros es tu riqueza. No siempre el dinero representa riqueza; hay una serie de riquezas que Dios te ha otorgado y que son fundamentales para enfrentar cualquier situación financiera, ya sea actual, pasada o futura.
Pregúntate: ¿cuáles son tus riquezas? ¿Cuáles son tus habilidades, capacidades y talentos? ¿Qué dones ha puesto Dios en ti?
Las riquezas que posees son diversas:
1- Dones, habilidades o talentos que Dios te ha otorgado.
2-Tu familia.
Segunda de Reyes, capítulo 4, narra la historia de una mujer, esposa de uno de los hijos de los profetas, que acude al profeta Eliseo. Ella le dice que su marido ha muerto y que los acreedores han venido para llevarse a sus dos hijos como esclavos. Eliseo, quien conocía a su esposo, el profeta Abdías, le pregunta: “¿Qué haré contigo? Declárame lo que tienes en casa”. La mujer responde: “No tengo nada, solo una pequeña vasija de aceite”.
Eliseo, le da una respuesta que cambia su perspectiva. Aunque ella creía no tener nada, en realidad poseía mucho. Tenía una pequeña vasija de aceite, dos hijos, vecinos que la estimaban, manos para trabajar y vasijas que podía pedir prestadas. A través de un milagro, el aceite comenzó a multiplicarse hasta que la mujer no sabía qué hacer con tanto. El consejo del profeta fue: “Véndelo, paga tus deudas y vive tú y tu familia con lo que sobre”.
La producción fue tan abundante que no solo resolvió su problema financiero, sino que también le permitió iniciar una
compañía llamada “Aceite Internacional, Unción para las Naciones”. Esta historia nos recuerda la riqueza de tener una familia, ya sea natural o espiritual, y la importancia de no sentirse solo.
3-Tus relaciones. Es más valioso a quién conoces que lo que sabes. Tu red de contactos puede ser de gran valor. Si alguna vez terminaste una relación laboral, asegúrate de salir en buenos términos. No sabes si esa persona que fue tu subordinado podría ser tu jefe en el futuro u ocupar un puesto de influencia que necesites para avanzar hacia donde Dios te quiere llevar.
Cuida tus relaciones, no solo las presentes, sino también las pasadas y futuras. La gente que conoces es una riqueza que a menudo no valoramos lo suficiente. Te contratan por tus
capacidades, habilidades y talentos, pero te despiden por tu carácter.
4- Ten una buena actitud y confianza para levantarte de las adversidades.
Un evento no me define. Mi unción, mi llamado, mi familia y mi propósito no se quedaron en esa mala decisión. Solo fue un evento, no quién soy.
5- Tu mente o pensamientos.
Tu mente y tus pensamientos son el resultado de tus creencias y conclusiones sobre ti mismo y sobre Dios. ¿Quién
es Dios y cuáles son tus propósitos? Esa es una riqueza. Cuida tus pensamientos, tus conclusiones tu identidad y tu auto hablar.
6- Tu salud. La salud física, emocional y espiritual es fundamental. El ejercicio, la alimentación, tus relaciones, dormir bien y equilibrar el nivel de estrés son esenciales. Tu vida espiritual es invaluable.
Dedica 20 minutos a la oración y 20 minutos a la lectura bíblica, medita en la palabra, ora y mantén una relación constante con Dios.
7- El tiempo
El tiempo es el recurso más valioso de la historia. No se trata solo de no perder el tiempo, sino de ganarlo. No todos
aprovechamos el tiempo de la misma manera, ni todo nuestro tiempo vale lo mismo.
Efesios 5:16 dice: Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Aprovecha bien tus horas y tu día.
Colosenses 4:5 añade: Andad sabiamente con los de afuera,
redimiendo el tiempo. La mayoría de la gente intercambia su tiempo por dinero, lo que se conoce como ingresos activos: dinero que recibes por un bien, servicio, actividad o esfuerzo.
Sin embargo, existen los ingresos pasivos, donde no inviertes mucho tiempo, conocimiento ni esfuerzo, y aun así
generas ingresos. Estos ingresos pasivos, sabiamente gestionados, te proporcionan dinero y te liberan tiempo.
Cambiar tu tiempo por dinero sin una buena administración puede convertirte en esclavo del dinero. ¿Qué es un esclavo? La definición más práctica es cuando una persona es propiedad de otra, y por lo tanto, no es dueña de su tiempo. Cada peso que tienes es un esclavo; ponlo a trabajar. Si no lo haces, te convertirás en su esclavo. La esclavitud moderna es la esclavitud financiera. Se vuelve un ciclo donde intercambias tu tiempo por dinero porque no sabes administrar tus finanzas.
Llevar un registro de tus ingresos y gastos es crucial. Si no sabes cuánto ganas, tampoco sabrás cuánto gastas. Entre el 70% y el 80% de los divorcios se deben a problemas financieros, ya sea por falta de dinero o por mala administración. La falta de administración financiera puede impedirte alcanzar el lugar donde Dios te quiere.
Si no puedes vivir con el 85% de tus ingresos, tienes un problema económico. Si no puedes vivir con el 90%, estás en
bancarrota, ya que el 10% pertenece a Dios. Además, deberías estar ahorrando al menos el 5% de tus ingresos anualmente.
Es fundamental tener varias fuentes de ingresos: por lo que haces, por lo que sabes, por tus inversiones y por tus retiros o pensiones. Si administras correctamente tu dinero, puedes invertir en conocimiento. La mayoría de las personas no ha recibido una educación financiera adecuada. Al menos dos veces al año, deberías leer un libro sobre finanzas personales, inversiones o finanzas en general, y asistir a un curso sobre finanzas al menos una vez al año.
Si inviertes tu tiempo, tendrás dinero. El dinero bien administrado te dará conocimiento, y ese conocimiento te ayudará a invertir mejor tu dinero. Una buena inversión te dará tiempo, y el tiempo te dará más dinero. Este ciclo de tiempo, dinero y conocimiento se retroalimenta continuamente.
La senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18
LLAMADO A LA ACCIÓN:
Aprovechar tu tiempo te permitirá ganar dinero. Si sabes manejar el dinero, adquirirás conocimiento; si logras capitalizar ese conocimiento, también obtendrás más dinero, lo que a su vez te proporcionará más tiempo.
CONCLUSIÓN:
Todos disponemos del mismo tiempo, pero no todos lo
utilizamos de la misma manera, y su valor varía para cada persona. Reconocer tus dones y habilidades te permitirá entender que la riqueza no se limita al dinero. Estas habilidades, que Dios ha depositado en ti, son recursos valiosos no solo para suplir tus necesidades financieras, sino también para agradecer y glorificar al Creador por lo que ha sembrado en nuestras vidas. Además, te ayudarán a cumplir tu propósito e impactar positivamente a tu generación.
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