Hay distracciones externas tales como ruidos, y distracciones internas como fatiga o estrés. Muchas veces se nos olvida lo que estamos por hacer porque cargamos diferentes cosas al mismo tiempo. Si no comienzas a poner límites de lo que está pasando alrededor de ti, va a ser difícil que guardes tu mente en donde necesitas descansar. Debes empezar a marcar el orden en tu vida y cuidar tu enfoque.

Durante los momentos de distracción, tu mente hace una pausa y empieza a considerar quitar el enfoque de las cosas importantes en tu vida. Ef. 5:31-32 Es fácil saber cuándo una persona puede perder el enfoque. Porque está abierto a sugerencias de los demás, no tiene criterio propio. Necesitas cuidar las cosas que pueden causar distracción alrededor de tu relación con Dios. Lucas 9:51, Deuteronomio 8:11-18, Salmo 114:7-8 Él convirtió la roca en un manantial.

Lo importante es lo que concluyes acerca de la presencia de Dios, porque Él está contigo en todo momento. ¿Por qué damos un lugar tan importante a algo que no debe tener nuestro enfoque? ¿En dónde está tu atención? Lucas 7:51-56 Debemos ser alguien que no se mueve fácil. El llamado de Jesús es claro, su propósito era salvarnos.

¿Estás enfocado en lo que Dios te ha hablado? No voltees a otro lado, fija tu mirada al propósito del Padre.

Ver todos los episodios