Dios quiere lo mejor para ti, pero hay un gran obstáculo que se presenta cuando se trata de alcanzar lo que Dios tiene para nosotros: LA VERGÜENZA. De hecho ese obstáculo muchas veces te impide creer que realmente Dios tiene un plan para ti…

La vergüenza que el apóstol Pedro sintió por haber traicionado a su mejor amigo, a su maestro, a su Señor Jesús, lo distanció de la cruz…

Cuando Jesús resucita y llama a los discípulos que estaban pescando, Pedro pudo soltar la vergüenza, correr hacía Jesús y aceptar su perdón. Y debido a eso, no se perdió el propósito que Dios tenía con él.

¡No te pierdas el propósito De Dios para tu vida!

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