Aprende a estar contigo mismo antes de querer estar con alguien más.
Porque eres tú quien tiene la clave de tu propia felicidad.
Aprende a estar contigo mismo y ámate a ti primero para que cuando alguien se vaya de tu vida, no lo llores demasiado ni necesites perseguirlo para suplicarle que se quede.
Es importante que pases tiempo a solas para conocerte. Entenderte te hará saber cuándo está en peligro tu felicidad o cuando alguien está tratando de apagar tu luz porque quiere que la suya brille más.
Cuando te tomas el tiempo para amar quién eres, para pasar tiempo en tu propia compañía, aprendes lo que quieres y lo que no quieres. Lo que está dispuesto a aceptar y lo que no. Descubres cómo respetarte a ti mismo y cuando te respetas, formas límites que los demás no se atreverán a violar. Te respetarán.
Amarte a ti mismo y a tu propia compañía no es arrogante, es una necesidad. Es un objetivo que no es fácil de conseguir, pero cuando lo hagas, no querrás dejarlo ir.
Sonreirás de manera diferente. Te reirás de manera diferente.
Te sentirás diferente. Vas a amar de otra manera.
Te verás a ti mismo y no necesitarás la validación de nadie más porque eres suficiente.
Ya no te disculpas por las cosas que nunca fueron tu culpa.
Las relaciones se centrarán más en la calidad que en la cantidad. Te negarás a conformarte con menos de lo que mereces.
Encontrarás consuelo en estar solo. Aprenderás que estar solo es mejor que estar en una relación que te hace sentir solo.
Aprenderás que cuando alguien te lastima, esto no tiene nada que ver contigo, sino todo que ver con ellos.
Amar quién eres y estar feliz contigo a solas es la lección más difícil de todas.
Un millón de pensamientos negativos llenan tu mente, pero cuando decidas callarlos te darás cuenta de que eras tú a quien habías estado buscando todo el tiempo.
Soy Liz Esqueda

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