Si a la hora de conformar el casting de nuestra película tenemos que elegir a un solo actor entre los existentes, un actor que asegure un resultado interpretativo de primera categoría, un actor que conecte con el público y nos asegure cierta taquilla, un actor que con el que sea cómodo trabajar… la opción acertada sería elegir a Morgan Freeman.
Morgan Freeman es sin duda un claro ejemplo de perfecta fusión entre profesionalidad y carisma. Aún aportando elegante disciplina a su trabajo en todo papel que toca su carrera, el destino le ha concedido el banquillo cinematográfico emprendiendo siempre el papel de acompañante del protagonista. Quizás su excesivo brillo personal necesite contención. Lo bueno si breve, dos veces bueno.

Sus papeles como acompañante de Tim Robbins en “Cadena perpetua”(1994), viejo cowboy junto a Clint Eastwood en “Sin perdón”(1992) y mano derecha de un testarudo preparador de boxeo en “Million dollar baby”(2024) (papel por el que consiguió el premio Oscar) son solo unos ejemplos de la amplia filmografía que posee este gran actor que tan buenos momentos le ha dado al séptimo arte.

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