Una de las claves de mi éxito es el contacto codo con codo con profesionales y pequeños empresarios. Disfruto no solo compartiendo principios de crecimiento empresarial y profesional con ellos sino también observando dónde están sus limitaciones para poco a poco ir creando nuevos conceptos para facilitar el cambio. Uno de los limitadores por excelencia es el siguiente: solo se es capaz de pensar a corto plazo. De tomar decisiones en función de lo que mañana, la semana que viene o el mes que viene interesa. Este patrón de comportamiento es opuesto al crecimiento económico

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