Conseguir ganar un pleito es siempre una alegría y... como que da un subidón enorme. Por el contrario, cuando las cosas no salen como teníamos previstas, que también pasa, es habitual que el día se torne gris y oscuro por mucho que uno quiera separar lo personal de lo profesional, pues lo cierto es que al final no siempre es fácil.

De eso precisamente es de lo que vamos a hablar hoy, de un caso de éxito muy curioso de una compañera y, si gusta el formato del programa, podemos repetirlo en más ocasiones y… como hemos hecho con otros, convertirlo incluso en una sección de carácter mensual. Podéis hacernos llegar vuestras opiniones en https://cafejuridico.es

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