Por más opciones que el mundo te ofrezca, por más que busques complacer y ser complacido o complacida, si no sabes lo que quieres y para donde vas, nada ni nadie logrará hacerte sentir bien y continuarás sintiendote defraudado o defraudada, culpando a los demás de tus miserias.

Cuando nuestro corazón está dividido, no logramos reconocer nuestro valor como personas, fácilmente nos enganchamos con los estándares y modelos de vidas exitosas, saludables y felices que el mundo nos ofrece sintiéndonos cada vez más insatisfechos y vacíos.

Pero Dios que conoce lo que hay en tu corazón te ofrece, a través de personas, situaciones o programas como Café con Cristo, oportunidades para que abras tus ojos, remuevas las caretas que aparentemente te “protegen”. Y para que seas compasivo o compasiva contigo y en consecuencia puedas reconocer lo que tu alma realmente necesita para salir del lugar o situación en la que estás.

Disfruta de esta poderosa y deliciosa taza de Café con Cristo que hoy hemos preparado para ti con mucho amor y con mucho cariño. Déjanos una tacita de café si este programa ha sido de bendición para ti.

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