En este episodio de Botaniqueando exploramos la atención no dividida como un acto sanador y profundamente humano. A través de una experiencia inspiradora —un concierto a la luz de las velas, donde un cuarteto de cuerdas interpretaba la música de Queen— reflexionamos sobre cómo el arte que nace del alma puede tocar y conectar el alma de quien lo recibe.Hablamos de la presencia como ofrenda, de la ternura de escuchar sin prisa y de cómo esos gestos sencillos pueden transformar nuestras relaciones y nuestra manera de habitar el mundo.Una invitación a volver al silencio luminoso del instante y redescubrir la belleza de estar realmente presentes.

Ver todos los episodios