Seguimos en los mismos niveles desde la primera semana del mes de abril. El S&P 500 vive anclado en niveles de 4150 y Europa como un encefalograma plano en los 4,300.

Los optimistas dicen no tener miedo y están avalados por el sentimiento insuflado por los presidentes de los Bancos Centrales. En las últimas semanas estos se han quedado como un Pepe cada vez que han indicado que la recesión no está dentro del guion principal que manejan. Eso sí muchos integrantes de sus consejos se han lanzado en Europa y USA a pedir más subidas de tipos.

Por el lado negativo, las condiciones financieras globales cada vez se están endureciendo mas, la robustez con la que China esta saliendo de la pandemia se viene a menos y los datos de consumo podrían estar comenzando a enfriarse. La fuente de empeoramiento de todo ello reside en el mayor coste del dinero.

Esta semana en la que los políticos norteamericanos discutirán como aumentar el gasto en USA deberíamos ver un aumento de la volatilidad. Ante unos inversores que se han quitado las protecciones de sus carteras y nos hacen pensar que lo peor está por venir.

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