En los últimos 7 días, el mercado ha parado de aportar noticias, pese a que los movimientos de los índices de renta variable hayan sido nimios a la baja. Principalmente, vinieron del lado norteamericano.

▪️ El primer día de la festividad de Semana Santa, el lunes, trajo consigo el primer bache semanal, el de la OPEC +, que anunciaba inesperadamente una reducción de la producción de petróleo de más de 1 millón de euros, limitando la producción a partir de mayo.

▪️ El segundo tropiezo lo trajo los indicadores de actividad ISM para EE. UU. El sector manufacturero se ha deteriorado en la parte que indica caídas de actividad. El sector de servicios de Estados Unidos se expandió en marzo a un ritmo mucho más lento de lo proyectado, debido a un crecimiento considerablemente más débil de los nuevos pedidos y una actividad comercial más débil. El índice del ISM de servicios cayó a un mínimo de tres meses.

▪️ Y, en eso último, se centró el mercado, ver si teníamos un tercer altercado con la parte de empleo en USA. Y todo parecía que sí, porque, a lo anteriormente citado, las ofertas de empleo, con las que arrancábamos el lunes, también se contrajeron más de lo previsto y situaban el ratio frente a demandantes en el 1,62 (desde máximos recientes próximos a 2).

Adicionalmente, la lectura privada de ADP sobre la contratación estuvo por debajo de las estimaciones y las solicitudes de subsidio por desempleo aumentaron más de lo esperado.
Pero el dato oficial del viernes mostraba que los empleos no agrícolas se expandieron en 236.000 en marzo, cerca del consenso de 238.000, pero por encima de nuestra estimación.

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