Earl Klugh es un guitarrista y compositor estadounidense de jazz suave.
TR: ¿Las lecciones de piano probablemente también te ayudaron a conocer y comprender el diapasón de la guitarra?

EK: Sí, absolutamente.

TR: ¿Qué tal la música de guitarra? ¿Comenzaste a escuchar música de guitarra en particular y pensaste "¡Guau! ¿Esto es lo que realmente me gustaría jugar?

EK: Siempre me fascinó el sonido de la guitarra clásica y recuerdo que cada vez que tenían westerns en televisión, siempre me gustó ese sabor español y realmente gravité hacia él. Al crecer en Detroit ese "sonido español" era tan exótico, sonaba como algo muy lejano.
TR: ¿Recuerdas cuando estuviste expuesto por primera vez a Chet Atkins y la música de jazz?

EK: Te puedo decir precisamente porque hasta ese momento solo había estado expuesto a un poco de guitarra, principalmente clásica y flamenca. En aquellos días pensaba en la guitarra como algo que la gente tocaría para acompañar el canto. Era enero de 1967. A mi madre le gustaba ver todo tipo de espectáculos musicales y generalmente los veía con ella. Una noche había un especial de Perry Como y había un caballero llamado Chet Atkins en el programa. Tenía esa hermosa guitarra Gretsch Country Gentleman y estaba tocando el tema de “Dr. Zhivagoâ € ??. Cuando entró y comenzó a tocar, era como la forma en que una persona toca el piano. Nadie cantaba y él tocaba todas las partes en la guitarra. Desde ese momento supe de inmediato que esto era lo que quería hacer. Tenía 13 años en ese momento. Cambió el curso de mi vida.

Después de eso, mi madre me llevaba de compras el fin de semana y Chet tenía una gran variedad de álbumes, así que salía con mi madre un par de veces al mes y compraba uno de los discos y lo tocaba durante una semana en el disco. jugador y aprender todo lo que pude.

Fue mi maestro de esa manera durante años. Probablemente durante dos años sólidos fue la única forma en que aprendí, había mucho allí.

A partir de eso, me metí en el jazz y la música clásica, escuchando a Laurindo Almeida, Howard Roberts, Charlie Byrd y otros, pero fue la música de Chet la que realmente me ayudó.

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