Cuando empezamos nuestro primer cliente, nos acosa el síndrome del impostor.



Bueno, siendo honestos, cada vez que empezamos con CUALQUIER cliente.



Lo más probable es que ahora nos encontremos inmersos en un mar de dudas




¿Qué tareas nos va a pedir?



¿Sabré hacerlas?



¿Conoceré las herramientas necesarias?



y otras muchas más




Es normal que tener miedo, siempre lo tenemos cuando nos enfrentamos a algo nuevo que no hemos hecho nunca.



Pero una cosa te vamos a decir… ahora que te has lanzado a la piscina emprendedora, esto va a formar parte de tu día a día.



Da igual cuántos años lleves siendo AV.



Ten confianza en ti, en tu formación, en tu experiencia, y en tu red de apoyo.



¡Dentro podcast!



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