NI PENSAR QUE ME MORÍA

Ni pensar que me moría
puso freno a mi carrera.
Todo iba cuesta abajo
hasta que el árbol creció.

Días, noches; noches, días,
iban guardando mi espera.
Todo se arrancó de cuajo
y mi esperanza murió.

La pendiente de bajada
se convirtió de subida.
El camino fue más duro.
Hasta el paisaje cambió.

La hierba se volvió piedra,
Los pajaritos en ratas.
El oxígeno en veneno.
Y la calma se turbó.

Ya no existo, ya no vivo.
Se paró mi corazón.

Si morirme fue pecado
...no quiero vuestro perdón.

* * *
JR Félix de la Rosa

De mi libro "De flores y espinas nace la poesía (amores y desamores)"
JR Félix de la Rosa
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Dedicado a Jonatan, Q. E. P. D.

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