Para llegar al predio el Samán, de propiedad de la empresa Palmosan, en Sabana de Torres, Santander, hay que adentrarse 25 minutos por la vía que va a Puerto Wilches y luego tomar un desvió por una carretera destapada en un trayecto de un kilómetro y medio. En total, es una media hora lo que se demora una moto para llegar hasta el sitio. Este lugar no sería de importancia y no tendría mayor relevancia de no ser porque allí hay casi 100 trabajadores en huelga desde el 4 de noviembre. Desde hacía varios meses estaban tratando de organizar un sindicato para reclamar sus derechos ante la empresa. El 25 de septiembre, después de varias reuniones clandestinas y de dejar el miedo que todos tenían, formaron Sintrapalmosan. Al otro día, el 26, le presentaron pliego a la empresa Palmosan S.A. La empresa dilató el inició de la negociación y solo se reunión con el sindicato el 12 de octubre, ese día les dijo que no iban a negociar, sacaron varias escusas y se pararon de la mesa. El sindicato siguió con el ánimo de negociar, pero no fue posible, así que el 30 de octubre, con la supervisión del Ministerio de Trabajo, votaron la huelga. Asistieron 104 de los 109 afiliados y 97 votaron sí a la huelga.

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