Desde Jericó hacia Jerusalén
va un hombre llamado Jesús
le acompaña una gran multitud.
Y por el camino echado a un lado, un hombre está
su oscura tristeza no le deja ver la luz.
Bartimeo, ciego está.
Que alegría al enterarse
que pasaba por allí, aquel de Nazaret
y gritó hasta ganarse su atención:
“Hijo de David ten compasión de mí”.
Y a pesar de que la gente
le quería hacer callar insistió:
“Hijo de David ten compasión de mí”.
“Quiero ver, quiero ver, Hijo de David, ten compasión de mí”

Y ante tal insistencia Jesús se conmovió
pidió le trajeran al hombre aquel
que clamaba su perdón
¿qué quieres que te haga? Jesús le preguntó.
Y el ciego contesta:
“quiero ver mi Señor”
“Bartimeo, puedes irte pues tu fe ya te ha salvado”.
Y en seguida pudo ver y el milagro sucedió.
Pues grito hasta ganarse su atención:
“Hijo de David ten compasión de mí”.
“Quiero ver, quiero ver, Hijo de David, ten compasión de mí”

Y a pesar de que la gente le quería hacer callar
Insistió y el milagro sucedió…

Adoración al Santísimo realizada el jueves 26 de mayo de 2016 en la Parroquia Nuestra Señora de África, de Madrid, C/Algorta, nº 14 (metro entre Urgel y Oporto)

Ver todos los episodios