CONFIEMOS EN SOLO CRISTO

20/08/2023 2 min
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Síntesis del Episodio

No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar. Exhalanel espíritu y vuelven al polvo, y ese mismo día se desbaratan sus planes. —Salmos 146:3,4«Nada es seguro, en esta vida, excepto la muerte» afirma un antiguo refrán. ¿Será verdad?Este refrán falla en dos aspectos: Primero, aunque la regla general es que los humanos mueran,según la Biblia hay dos que no murieron: Uno es el patriarca Enoc, quien nació antes del Diluvio,no murió pues Dios se lo llevó. El otro es el profeta Elías a quien el Señor se lo llevó vivo en uncarro de fuego. El apóstol Pablo dijo «Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todosmoriremos, pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, […]los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados.» (1Corintios 15:51,52 cf. Hebreos 11:5; 2 Reyes 2:11). Segundo, sí hay algo que es absolutamenteseguro: «La Roca de la Eternidad» ¿Cómo así? La Roca Eterna es lo único seguro. Esta Roca esCristo. Él es inmutable e invencible: «Como está escrito: “Miren que pongo en Sión una piedra detropiezo y una roca que hace caer; pero el que confíe en él no será defraudado.» (Romanos 9:33).Fuera de Cristo todo es frustración. Solo Él es el único que nos salva de la condenación eterna: «Dehecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombresmediante el cual podamos ser salvos.» (Hechos 4:12). Por esto la meditación de hoy exhorta a noconfiar en los frágiles seres humanos. Si confiamos en cualquier otra cosa que no sea El Señorestaremos en gran peligro. Aquello en que confiemos será nuestra roca y lo más seguro es quequedaremos defraudados. «Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca» (Deuteronomio32:31) Confiamos en la Roca Eterna cuando su Palabra es nuestra guía, la creemos y aplicamosindependientemente de si la tradición, la comunidad, la razón o la experiencia digan lo contrario.Pero ninguno de nosotros ha confiado perfectamente en Dios y su Palabra tal como El Señor lodemanda. Por eso merecemos la ira eterna de Dios. Puesto que Jesucristo sí confió perfectamenteen la Palabra y en Dios, el Padre, y pagó con su sangre el castigo que merecemos, en gratitudvamos a querer temer, amar y confiar en Dios sobre todas las cosas y en los méritos de sólo Cristopara nuestra salvación.Oración:Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todaslas cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas. Digno eres, Señor Cordero de Dios, porquefuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo ynación, y junto con ellos me compraste a mí. Gracias porque, aunque merezco el infierno, meregalas el cielo. Amén.