Todo tiene su fin, nada es eterno, sólo Dios y sus designios.
Hay un momento de la historia en que las fuerzas del mal lideradas por el anticristo intentarán terminar con todo lo que les remita a Dios y a su pueblo, irán con todas sus fuerzas y escuadrones contra Israel para terminar de una vez por todas con este molestoso pueblo…según ellos. Esto lo harán sin saber, como ocurre muchas veces, que estarán dando cumplimiento a lo que está escrito en la Palabra de Dios donde claramente se ve que las naciones irán contra Israel. Será la coyuntura adecuada para que Cristo venga a hacerles frente dándose una confrontación sin precedentes hasta ahora en la historia de la humanidad.
A este día es que Pedro se refiere cuando dice: “pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y la perdición de los hombres impíos…pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (II Pedro 3:7,10)
Sí, este mundo será destruido, purificado por el fuego el mismo que se generará en una batalla altamente sofisticada entre las naciones del mundo y Cristo mismo según lo veremos en el mensaje de esta mañana. Como siempre digo, hace unas tres décadas atrás nos preguntábamos ¿cómo sería esto?... ¿sería posible que el fuego destruya el planeta y a la humanidad? Bueno, ahora vivimos tiempos en que la bomba atómica quedó atrás como algo “caduco” pues la existen armas de guerra más letales como la bomba de hidrógeno son exhibidas con orgullo y altilocuencia por las grandes potencias del mundo actual. Sí es posible que estas cosas sucedan de manera literal en el mundo de hoy y ya nadie queda que podría cuestionar esta posibilidad. Pedro enseña que así como el agua destruyó y purificó el mundo de Noé así mismo el fuego será el que destruya a los seres humanos impíos de esos tiempos.
¿Quiénes son los hombres impíos? Bueno empezaremos diciendo que esta afirmación es genérica, es decir, se refiere a hombres y mujeres, se refiere a la humanidad en general más allá de su cultura, creencia, religión o ubicación geográfica. Son esas personas que hasta el final de los tiempos y a pesar de que la gracia de Dios ha estado al alcance de ellos y ellas seguirán empedernidos en su oposición al mensaje de gracia salvadora en Jesucristo, esas personas que existieron antes, existen hoy y existirán en esos tiempos de destrucción que han despreciado la obra de Cristo y han permanecido en su estado de incredulidad.
La predicación de estos temas no sólo busca llevarnos a la emoción propia de una película de Hollywood o es movida para la satisfacción de curiosidades propias asociadas a las cosas que están por venir; lo que está revelado de manera clara en estos temas es que la gracia de Dios tendrá un “tope” y ese “tope” es justamente el día de la ira de Dios, el día de la batalla final, el día en que el fuego destruirá cielos y tierra. Es ahora el tiempo de gracia y salvación, es hora el tiempo de enderezar sendas y de poner la vida en rectitud delante de Dios.
Es un placer seguir sirviendo al Señor luego de 23 años como Pastor en la IEBEI
Su amigo, hermano y compañero del REINO
Jesiel Carvajal
Pastor IEBEI

Ver todos los episodios