La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha dejado perpleja a la izquierda norteamericana. Desde los medios de desinformación a Hollywood, desde las universidades al apparatchik del Partido Democrata, pasando por los profesionales marchantes del insulto, ya no saben dónde meterse. La administración Trump ha lanzado en solo unos días una batería de acciones ejecutivas que están volviendo loca a la quinta columna antiliberal-conservadora. En los medios españoles, el antitrumpismo es ya patología y hasta las agencias de noticias, que deberían ser imparciales, cuentan la actualidad de Estados Unidos con mensajes subliminales plagados de sectarismo.

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