Ayer por fin aparecieron los primeros decretos de cara al segundo periodo de gobierno de Luis Abinader y hasta ahora solo hay dos caras nuevas. Aunque sabemos que hay mucha gente “haciendo cocote”
Andrés Bautista y Carlos Valdez, ambos con militancia en el PRM, el primero como presidente hasta el 2018 y el segundo como presidente de la Juventud, deben ser juramentados hoy porque sus designaciones eran de efecto inmediato.
El resto de los decretos son movimientos de barajas que apuntan al intento de renovación con la recuperación de una institución creada por LF y que había desaparecido que es la Comisión para la reforma del estado en la que fue designado el hasta ayer ministro de administración pública.
Fernández creó la CONARE y otras comisiones de reforma de distintas áreas en el 96. Hay que decir que no fue una iniciativa particular sino que era la apuesta de varios organismos internacionales que hicieron lo propio en toda América Latina hasta con los mismos nombres.
Ayer Abinader retomó la reforma del Estado y designó al hasta entonces ministro de administración pública como su capitán. Darío Lugo fue quien formuló un proyecto de reforma en el 2020 que obviamente Abinader no pudo impulsar.
Con una administración pública que crece como la espuma a pesar de los variados intentos por frenarla los compañeritos del PRM que aspiran a guisar en la administración pública tendrán que compartir sus expectativas con algunos aliados que tienen una alta cotización en el mercado de venta de voticos.
Se especula que el presidente incorporará a una conocida familia que ya está en el gobierno como asesores sin decreto y con gran influencia en las decisiones del número uno.
A Luis Abinader la va dar mucha brega combinar su interés de dejar un legado histórico en su segundo mandato con las ambiciones particulares de gente de su partido que cree tener méritos para ir al gobierno y con sus nuevos aliados del ultra conservadurismo.
Ya lo dijo Moscoso Puello, el empleo público es el sueño de todo dominicano que desprecia la hacienda y el comercio por el nombramiento.
Hay mucha gente que quiere llegar y ninguno de los que están quieren irse. Por quiénes se decantará Abinader, los sabremos pronto pero también será un indicador de sus posibilidades de marcar algún tipo de diferencia en la vida política e institucional del país.

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