En las primeras horas de ayer había, como es natural, poco tránsito y al propio tiempo dificultades para transitar en determinados lugares donde casi hasta el mediodía permanecían los teteos populares.
El perfil de los participantes era el mismo, personas jóvenes de extracción popular y uno que otro o una que otra personas con el plante de dominicano residente en el exterior.
Esperar el año y seguir de fiesta hasta que el bolsillo o el cuerpo aguanten es un símbolo de status en los sectores populares del país completo.  
No es solo el disfrute en sí mismo sino la posibilidad de echar vainas días o meses después cuando se cuente del goce. Llegar al otro día es parte de una historia importante porque amanece festejando quien puede y puede quien tiene.
Los participantes de los teteos agredieron a policías y periodistas en varios puntos del país. Los videos andan en las redes y en algunos casos son mostrados con orgullo por personas que entienden que aperrear a la policía que intenta poner un orden mínimo es algo así como valentía.
Dos muertos y varios heridos en Villa Consuelo y en el otro Consuelo en SAn Pedro de Macorís hubo que desplegar a decenas de policias para poner un orden mínimo y terminar con un teteo.
En Barahona hubo un enfrentamiento a Botellazos cuando la policía intentó cerrar un colmando convertido en el centro del teteo.
Las fiestas de año nuevo ocurren en el mundo entero. Hay que darle una idea a la policía. En los barrios todo el mundo sabe quienes son los dueños de los establecimientos. Poner el orden a un grupo de borrachos es imposible, identificar al dueño del colmado y pedirle amablemente que cierre puede se una mejor idea.

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