317 niñas de 11 a 14 años dieron a luz en El Salvador entre enero y julio. Así inicia el encabezado de una nota periodística de un diario de este país, a consecuencia de la situación histórica que arrastra la sociedad salvadoreña en cuento a la imposición de la maternidad en niñas de muy temprana edad. Por otra parte, se encuentran los embarazos que cada día suben las cifras que proporcionan las autoridades (sin tomar en cuenta los no reportados). Solo en el 2019, en El Salvador el Ministerio de Salud atendió 5,834 partos de pacientes de 11 a 18 años, hasta el 31 de julio. Las cifras de embarazos en adolescentes son alarmantes, pero qué hay detrás de toda esta situación, que indiscutiblemente se puede considerar como un problema estructural del país más pequeño de Centroamérica. Ahora bien, ¿qué podemos hacer al respecto? ¿qué acciones debemos de tomar para erradicar un problema tan enquistado en la sociedad salvadoreña? Para responder dichas preguntas, invitamos a Sofía Araniva, quien posee una Licenciatura en Filosofía y está finalizando un Magíster en Política y Evaluación Educativa, ella nos habla de cómo la filosofía estudia éste tipo de fenómenos y que posibles acciones podemos tomar para cambiar esta realidad. En una de sus frases nos remarca algo muy importante “ser madre es un constructo social y patriarcal, que va de la mano con la idea del matrimonio”; dicho esto podemos cuestionar como la sociedad salvadoreña por décadas ha impuesto creencias ortodoxas de cómo se deben de hacer las cosas y porque nadie debe salirse de ese molde. En este capítulo, cuestionamos ideas acerca de la maternidad, ¿toda mujer quiere ser madre? O mejor dicho ¿toda mujer “debería ser madre”? Al finalizar este capítulo, esperamos que puedas tener una visión más cuestionable de las creencias impuestas y esto nos lleve en algún momento a generar cambios para nuestro país.
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