Cuando se trata de cambiar el mundo, las empresas sociales tienen un propósito clave: generar impacto positivo. Así, por ejemplo, mientras algunas elaboran prendas de alta calidad con residuos plásticos, otras contribuyen a la construcción de pozos de agua. Las nuevas generaciones junto a empresarios y profesionales de todas las edades, han entendido que los problemas son un hecho y que no se puede mirar al costado. Por eso, buscan integrar a su objetivo comercial, estrategias para generar impacto social. Actualmente, más de 600 personas en 25 países, alineados con los ODS, integran la Comunidad Global Social Impact Doers a partir de una experiencia formativa online para profesionales y ongs. Elia Vela, integrante de la organización Social Enterprise España, dijo que hay que educar para superar conceptos erróneos y que es el modelo de empresa del futuro: “el mundo no se puede permitir que las empresas no sean sostenibles”.

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