En este episodio, López Balderas explora los desafíos que la educación postmoderna impone a los docentes: desde la presión de adaptarse a un mundo globalizado y digital hasta la necesidad de preservar su libertad de enseñanza. Sin embargo, en este escenario emerge un fenómeno inquietante: la “separación” del alumno, una desconexión que no es solo física, sino también afectiva y cognitiva. El análisis profundiza en cómo factores como la sobrecarga administrativa, la desmotivación estudiantil y la presión de los resultados cuantitativos afectan la relación educativa. También se abordan estrategias para reducir esta brecha, fortalecer el vínculo docente-alumno y recuperar el sentido humano de la enseñanza en un entorno cada vez más fragmentado.

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