No son pocos los deportistas que pasan por La Buena Tarde a hablarnos no sólo de su esfuerzo, trabajo y dedicación, sino también de la persona que hay detrás de todo eso... y esa receta maravillosa de deporte y humanidad, elevada al máximo exponente, la hemos tenido en verano en LA Buena Tarde. Él es corredor, acaba de finalizar con éxito el trail de Belmonte y tiene un rasgo característico que le define allá por donde va: su sonrisa.
Él es Johnny Menéndez, y casi se me olvida decirles que además de todo eso, tiene una enfermedad degenerativa en el nervio óptico que le reduce la capacidad visual... una característica más que no ha hecho que Johnny deje de sumarse a nuevos retos sino que le ha hecho afrontarlos de una manera distinta y con el apoyo y el ánimo de dos figuras vitales en su vida: su mujer y sus guías.

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