DIARIO DE "EL PUENTE A LA LIBERTAD"
MADRE MARÍA

1
DÍA DE LA MADRE
11 DE MAYO DE 1952
El tiempo que honramos y damos gratitud amorosa a las madres de la raza humana en su día anual de reconocimiento, no olvidemos a la gran Diosa-Madre de nuestro universo, quien —en conjunto con Dios-Padre— re­presentan nuestros Padres Cósmicos, a quie­nes podemos regresar en todo momento en busca del confort, la asistencia y el siempre presente consejo amoroso que únicamente Ellos pueden darnos.
Cuando el Padre de nuestro universo emitió por primera vez las chispas espirituales de nuestra humanidad actual, imprimió el Patrón Divino o arquetipo de cada ser humano en la sustancia de la gran Madre Cósmica, dentro de cuyo cuerpo habita el perfecto Patrón Crístico predestinado de cada hombre, mujer y niño que pertenece a nuestra raza. Este Patrón Divino, ego Divino o Ser Crístico, es el Concepto Inmaculado o pensamiento de Dios, y algún día la personalidad de cada corriente de vida se conectará con este Ser Superior, se mezclará con El y, finalmente —mediante la asistencia cósmica de Dios-Madre— experimentará el segundo nacimiento (espiritual) tal cual lo han expe­rimentado Jesús, el Señor Buddha y muchos otros Seres liberados.
Los primeros griegos denominaban Vesta, Diosa del Hogar, al aspecto femenino de la Deidad. Los chinos han encarnado Su misericordiosa naturaleza en la bella Kwan Yin, y para la iglesia cristiana, la bella María, Madre de Jesús, es un recordatorio siempre-presente de Dios-Madre. Sea cual fuere el nombre mediante el cual se le llame, recuerden que Ella es madre de ustedes en la más grande y bella vertida de bondad amorosa que sus almas jamás hayan experimentado, y ella sostiene para ustedes —dentro de Su corazón cósmi­co— la imagen Divina del hombre o mujer perfecto en que ustedes algún día se convertirán. Así como la madre terrena desea sólo lo mejor para sus hijos, quizás puedan ustedes concebir el amable y solícito cuidado mediante el cual se custodia la naturaleza espiritual de ustedes, esperando el momento en que la reclamen de Ella y escojan realizar el Concepto Inmaculado de su propia Divinidad —el perfecto Ser Crístico, hecho no sólo a imagen y semejanza de nuestro Padre, sino también de nuestra amada Madre.

2
LA MADRE MARÍA RECUERDA SU VIDA
SEMANA SANTA, 5 DE ABRIL DE 1953
(tomado de Dictations)
¡Oh, amados hijos e hijas de Dios! Hago la venia esta mañana ante la luz de sus grandes corazo­nes! Cuánto Me gusta tomarlos a todos y cada uno, y abrazarlos con Mis propios brazos en gratitud por su presencia en este universo y por su fidelidad a la Luz!
Oh, los conozco bien, hijos de Mi seno, ya que Mi servicio particular consiste en atraer al Templo del Sagrado Corazón, a toda corriente de vida que habrá de encarnar dentro de un año en particular, y allí, junto con el alma, repasar toda la sustancia elemental con que habremos de modelar el vestido de la encarnación. Juntos, el alma y Yo repasamos la sustancia, escogemos las mejores células, los mejores elementos para confeccionar el corazón dentro del cual la Inmortal Llama de la Presencia deberá vivir durante el transcurso de esa encarnación; y ustedes y Yo modelamos el corazón, el sagrado corazón que es el Tabernáculo del Más Alto Dios viviente, al cual reconozco esta mañana.
Oh, Mis benditos, ustedes que han sido escogidos como el corazón de la liberación, ojala puedan recordar Conmigo aquella ceremonia en la que cada una de sus corrientes de vida fue seleccionada tan cuidadosamente como Nosotros escogemos los diminutos ele­mentos que componen el corazón físico, y con el amado hermano, Francis,* a quien estoy eternamente agradecida por su bondad, su paciencia y su amor en esa vida, hace tanto tiempo cuando Yo necesité alguna remembranza de la paz del Reino del Padre.
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*Nota del Traductor: Se refiere aquí a Saint Germain (utilizando el nombre de Francis Bacon), quien interactuara con ella como San José.

CORAZÓN DE LIBERACIÓN
En el corazón del Templo del Sagrado Corazón, los escogimos a ustedes, a cada uno, como el nuevo corazón de liberación. El proceso selectivo ha tenido lugar durante muchos años y, una por una, las corrientes de vida —a través de las pruebas provistas por la vida— probaron no ser merecedoras de formar parte del glorioso tabernáculo espiritual. La Ley requiere que haya treintitres células para componer un corazón así, a través de las cuales pueda anclarse una Dispensación Cósmica, la cual está supuesta a perdurar durante muchos miles de años. Pues bien, benditos son todos y cada uno de ustedes que han respondido al tirón magnético del Amor, y que conforman el cáliz dentro del cual el gran Saint Germain ha colocado el Fuego de la Liberación. Alrededor de ese corazón fuerte crecerá un cuerpo espiri­tual que estará compuesto de los hijos e hijas menores del hombre, hasta que toda corriente de vida encarnada —y todos aquéllos que esperan el privilegio de nacer— sean parte consciente de él.

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