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Síntesis del Episodio
La montaña más alta del sistema solar: El Monte Olimpo de Marte 22 km de altura
Marte es un planeta clave para el futuro de la humanidad.
Es más pequeño que la tierra pero alberga maravillas geológicas.
Como el cañón más grande del sistema solar, Valles marineris.
Que mide 4.000 kilómetros de largo y siete de profundidad.
Atraviesa el ecuador del planeta rojo.
A su lado, el cañón del Colorado en Estados Unidos parece un hoyo de la playa.
Sin embargo, lo que más destaca es el volcán Monte Olimpo.
A su lado, el Everest parece un hormiguero.
El Monte Olimpo es la montaña más grande conocida del sistema solar.
Su cumbre se asoma al espacio con sus 22 kilómetros de altura.
En cambio, la cima más alta sobre la superficie, la del Everest, sólo alcanza los 8,8 km sobre el nivel del mar.
Incluso, la montaña más alta de la tierra, contando desde el fondo del océano, el Mauna Kea, se queda en 10,2 kilómetros.
El Monte Olimpo fue identificado por primera vez por unos astrónomos del siglo 19.
En 1879 Giovanni Schiaparelli lo llamó Nix Olympica, que significa: Nieves del Olimpo.
Los telescopios de aquella época tenían poca resolución.
Y la apariencia brillante de la gigantesca montaña les hizo pensar que tenía una gran superficie de hielo o nieve.
Más tarde, determinaron que se trataba de un volcán y los astrónomos cambiaron su denominación por la actual.
La sonda Mariner 9, allá por la década de 1970, nos proporcionó sus primeras imágenes detalladas.
Ahora veamos el porqué de su descomunal altura.
Marte es un planeta que carece de la actividad de las placas tectónicas que tenemos en la tierra.
En nuestro planeta, el desplazamiento de las placas interrumpe el crecimiento de los volcanes y los hace desaparecer tras millones de años.
Por el contrario, la corteza estática de Marte ha permitido que el Monte Olimpo creciera durante millones de años.
Apilando capa sobre capa de lava hasta llegar a su imponente altura.
Nos ofrece información sobre la actividad volcánica que dio forma a Marte.
Demuestra que, geológicamente, fue un planeta mucho más dinámico.
Si nos asomáramos a la cima de la enorme caldera de este volcán, contemplaríamos su descomunal longitud de casi 80 kilómetros de ancho.
Quizás nos toparíamos con algo de escarcha.
Pero sería una fina capa de hielo que se derretiría enseguida.
Su base abarca un área comparable al tamaño de Francia.
Rodeada por abruptos acantilados, de varios kilómetros de altura.
Su pendiente es suave, así que escalarlo sería una travesía larguísima pero poco técnica.
Más parecida a una caminata interminable que a una ascensión alpina.
Eso sí, la atmósfera marciana nos obligaría a llevar un soporte vital constante.
Y a resistir cambios de presión muy marcados a medida que ganásemos altura.
Al coronar la cima nos hallaríamos ante una caldera volcánica colosal.
¿y vosotros os atreveríais a subir hasta la cima del Monte Olimpus?
Marte es un planeta clave para el futuro de la humanidad.
Es más pequeño que la tierra pero alberga maravillas geológicas.
Como el cañón más grande del sistema solar, Valles marineris.
Que mide 4.000 kilómetros de largo y siete de profundidad.
Atraviesa el ecuador del planeta rojo.
A su lado, el cañón del Colorado en Estados Unidos parece un hoyo de la playa.
Sin embargo, lo que más destaca es el volcán Monte Olimpo.
A su lado, el Everest parece un hormiguero.
El Monte Olimpo es la montaña más grande conocida del sistema solar.
Su cumbre se asoma al espacio con sus 22 kilómetros de altura.
En cambio, la cima más alta sobre la superficie, la del Everest, sólo alcanza los 8,8 km sobre el nivel del mar.
Incluso, la montaña más alta de la tierra, contando desde el fondo del océano, el Mauna Kea, se queda en 10,2 kilómetros.
El Monte Olimpo fue identificado por primera vez por unos astrónomos del siglo 19.
En 1879 Giovanni Schiaparelli lo llamó Nix Olympica, que significa: Nieves del Olimpo.
Los telescopios de aquella época tenían poca resolución.
Y la apariencia brillante de la gigantesca montaña les hizo pensar que tenía una gran superficie de hielo o nieve.
Más tarde, determinaron que se trataba de un volcán y los astrónomos cambiaron su denominación por la actual.
La sonda Mariner 9, allá por la década de 1970, nos proporcionó sus primeras imágenes detalladas.
Ahora veamos el porqué de su descomunal altura.
Marte es un planeta que carece de la actividad de las placas tectónicas que tenemos en la tierra.
En nuestro planeta, el desplazamiento de las placas interrumpe el crecimiento de los volcanes y los hace desaparecer tras millones de años.
Por el contrario, la corteza estática de Marte ha permitido que el Monte Olimpo creciera durante millones de años.
Apilando capa sobre capa de lava hasta llegar a su imponente altura.
Nos ofrece información sobre la actividad volcánica que dio forma a Marte.
Demuestra que, geológicamente, fue un planeta mucho más dinámico.
Si nos asomáramos a la cima de la enorme caldera de este volcán, contemplaríamos su descomunal longitud de casi 80 kilómetros de ancho.
Quizás nos toparíamos con algo de escarcha.
Pero sería una fina capa de hielo que se derretiría enseguida.
Su base abarca un área comparable al tamaño de Francia.
Rodeada por abruptos acantilados, de varios kilómetros de altura.
Su pendiente es suave, así que escalarlo sería una travesía larguísima pero poco técnica.
Más parecida a una caminata interminable que a una ascensión alpina.
Eso sí, la atmósfera marciana nos obligaría a llevar un soporte vital constante.
Y a resistir cambios de presión muy marcados a medida que ganásemos altura.
Al coronar la cima nos hallaríamos ante una caldera volcánica colosal.
¿y vosotros os atreveríais a subir hasta la cima del Monte Olimpus?