Sobrevolando la península de Paracas, en Perú, llama la atención una espectacular forma dibujada en la montaña de 183 metros de longitud. Conocida como El candelabro, ha permanecido intacta con el tiempo, pero ¿quiénes fueron los autores?
La creación del paisaje rocoso de Pampachiri se le atribuye a la erupción de los volcanes Qarwarasu y Sotaya hace cuatro millones de años aproximadamente. La materia expulsada formó la zona geológica. En tanto, las lluvias y el viento se encargaron de moldear artísticamente las piedras a modo de conos, algunas con puntas muy pronunciadas, otras a manera de hongos. Estas curiosas figuras llegan a tener una altura hasta de 10 metros. Lo maravilloso es que algunas rocas tienen un amplio espacio en su parte inferior, lo que ha sido aprovechado por los pobladores para transformarlas en sus hogares o en depósito de alimentos para sus animales, pues una de las principales actividades es el pastoreo. Es común ver alpacas pasear por el lugar.

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