El 5 de Abril de 2020, en plena pandemia y con el aislamiento establecido en todo el país, Florencia Magalí Morales salió de su domicilio a comprar alimentos para sus hijos y su nieta. Como ese día no le tocaba salir de acuerdo con la finalización de su DNI, fue detenida por la policía y trasladada a la comisaría donde permaneció detenida e incomunicada, hasta que se informó de su fallecimiento dentro de la celda por un presunto suicidio. 
La familia nunca aceptó como cierta la información oficial respecto del suicidio, y por el contrario impulsó la causa bajo la sospecha de un asesinato producido por miembros de la policía que la detuvieron. Muchos meses después, el 16-Dic-2020, la familia y su abogado, con el acompañamiento de organizaciones feministas, sindicatos y agrupaciones políticas, lograron prestar declaración en el juzgado del Dr. Pinto en Santa Rosa del Conlara, San Luis, donde pudieron solicitar nuevas medidas de prueba.
En la conferencia de prensa posterior, realizada en la sede de ATE Villa de Merlo, se explicaron las actuaciones judiciales llevadas a cabo hasta ahora,  se detallaron las irregularidades comprobadas, y finalmente la familia dejó en claro que no sólo ratifica su sospechas, sino que continuará avanzando en la búsqueda de verdad y justicia.

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