Al igual que a Jabes, nuestros padres pudieron haber marcado nuestra vida con un nombre y su significado, sus malas decisiones pudieron haber dibujado un futuro no tan prometedor para nosotros, las maldiciones generacionales arruinan nuestra descendencia. Cuando buscamos a Dios y oramos de todo corazón, cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador de nuestra vida, cuando nos congregamos y aprendemos más de su palabra, entonces encontramos que: satanás vino para matar, hurtar y destruir pero Jesus en cambio vino a darnos vida, y Él habla de si mismo diciendo que es el camino, la verdad y la vida. Si caminamos en ese camino y vivimos esa verdad entonces tendremos una vida de paz, las luchas se volverán como nada, las dificultades lo único que harán es mantenernos en oración mas no preocupados.

1 Crónicas 4:9-10 (RVR1960)  Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. 10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

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