Estados Unidos evalúa implementar un programa de recompensas para los habitantes de Gaza que ayuden a localizar restos de cautivos tras la entrega incompleta de cadáveres por parte de Hamás, que continúa violando sistemáticamente los términos del acuerdo de paz. Esta medida sin precedentes refleja la gravedad de la situación humanitaria y el incumplimiento terrorista.

El grupo terrorista trasladó únicamente dos ataúdes ayer por la noche afirmando cínicamente haber recuperado "todos los cuerpos a los que pudo llegar", aunque reconoce tener aún en su poder los restos de 19 rehenes muertos sin especificar dónde se encuentran. El ministro de Defensa israelí Israel Katz amenazó con reanudar los combates si Hamás no respeta el acuerdo de tregua y ordenó a los militares preparar un plan operativo para aplastar definitivamente al grupo terrorista.

Los asesores de Donald Trump prometieron solemnemente que "ningún rehén quedará atrás" y advirtieron con realismo que el proceso llevará tiempo considerable debido al nivel de destrucción masiva en Gaza tras dos años de conflicto. Un asesor reveló que probablemente crearán un programa oficial pidiendo a los habitantes de Gaza que ayuden a localizar cuerpos, pagando recompensas económicas por ese "buen comportamiento" cívico.

Por otra parte, las autoridades forenses israelíes confirmaron que uno de los cuatro cuerpos entregados el martes no pertenecía a ningún rehén israelí sino a un palestino no identificado. Este engaño adicional demuestra la mala fe de Hamás en el cumplimiento del acuerdo.

Los cuerpos correctamente identificados hasta ahora fueron los de Tamir Nimrodi de 18 años, Uriel Baruch de 35 años y Eitan Levy de 53 años. Las familias de los 19 rehenes restantes permanecen en angustiosa espera sin poder dar sepultura digna a sus seres queridos.

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