A veces, las personas llegan a nuestra vida para sanarnos.
Nos enfrentan con el espanto que llevamos dentro. Con el dolor que cargamos, con el miedo que escondimos. Con la idea que creamos, con el monstruo con el que dormimos. Con la verdad que evitamos, con el amor que no damos.
Y una se pregunta: ¿es necesario enfrentar tal dolor? Acaso, ¿no debería el amor, si tal cosa es, calmar mis males, cogerme en brazos, untar mis llagas y aliviar mi pena?
Perdón, lo siento, tal vez me he expresado erróneamente y debiera haber dicho o aclarado: a veces, las personas llegan a nuestra vida para ayudarnos a sanar.
¿O es el amor que llega?
No, el amor ya estaba, siempre estuvo, dormido y aletargado. Siempre fue mío, el amor. Es química, es la alquimia con el otro la que aviva los elementos y nos despierta.
A veces, nos encontramos con personas que nos iluminan. Llegan para alumbrar el oscuro rincón en donde escondimos al niño, donde lo acallamos, allí donde se acurrucó sufriendo y donde aún llora pidiendo amor. El nuestro.
Hay personas que, tal vez sin saberlo, nos tocan más allá de lo que llegan sus manos.
Son pactos. A su tiempo. Sin retraso. Las almas se encuentran. Se unen para recordar. Recordarse lo que son, lo que pueden ser.
El dolor es nuestro, el amor también.
Pero entonces, ¿el otro no me ama? El otro ama, el otro es, el otro llega y me ve, me ayuda a verme en su rostro y en su miedo, que es el mío. A veces, eso asusta y corro, para no mostrarme, para no verme. ¿No estaba ya bien? ¿A qué viene todo esto?
La luz ya se ha encendido. Nos ha tocado. No importa mucho el otro.
¡Oh!, no me malinterpretes, el otro como otro, no importa, importa como el amor que transforma, importan sus ojos que iluminan, importa cuando me enseña mi verdad y acaricia sin miedo lo que soy... todo. Y se desnuda para quedarse sin máscaras, real y cierto.
El amor es claro, es despojado. No será un analgésico fugaz.
El amor es el sanador más grande que jamás haya existido.
Tu amor me sana y te sana el mío.
No tiene mucho que ver con lo que hagamos.
El amor se hace solo.

⚜️ Gabriela Collado
gabrielacollado.com

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