Escuchar "Domingo de la Decimoquinta Semana del Tiempo Ordinario, Ciclo B. Lecturas Bíblicas"
Síntesis del Episodio
• Am 7, 12-15. y profetiza a mi pueblo.
• Sal 84. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
• Ef 1, 3-14. Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
• Mc 6, 7-13. Los fue enviando.
Y comenzó a enviarlos. Los primeros creyentes, los apóstoles y los discípulos, vieron íntegramente comprometidas y marcadas sus vidas para la obra redentora de Cristo. A San Marcos le interesa presentar al predicador evangélico como al que revela en el mundo el misterio de la salvación mediante el Mesías crucificado. A esto parece que va dirigida la absoluta pobreza de medios en el apóstol, catequista, evangelizador. La Iglesia es en sí, como lo fue Cristo, portadora de la salvación, pero no tiene ningún aspecto triunfalístico pagano y mundano. Cristo triunfó por su Misterio Pascual sobre el pecado y la muerte. La Iglesia sigue ese mismo camino, no puede prescindir de ello.
Esto no podemos olvidarlo, aun en nuestro aspecto de vida escondida, crucificada, en la pobreza y debilidad, en nuestras limitaciones. La doctrina que subyace en esta lectura es la de que la victoria se realiza en la humildad y en la carencia de medios humanos. No podemos prescindir de ellos, ciertamente; pero no hemos de poner nuestro afán en ellos. San Pablo nos dice que todo es para nosotros, para nuestra utilidad, para nuestro provecho, pero nosotros somos de Cristo y Cristo de Dios. Ése es el orden que siempre han seguido los santos. Emplear los medios de este mundo para el servicio de Dios, sin estar apegados, sino desprendidos totalmente de ellos.
En la celebración litúrgica no agotamos toda la responsabilidad de nuestra fe y de nuestra identidad cristiana. Esto se ha de prolongar en la vida cotidiana, como testigos y apóstoles de Cristo.
• Sal 84. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
• Ef 1, 3-14. Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
• Mc 6, 7-13. Los fue enviando.
Y comenzó a enviarlos. Los primeros creyentes, los apóstoles y los discípulos, vieron íntegramente comprometidas y marcadas sus vidas para la obra redentora de Cristo. A San Marcos le interesa presentar al predicador evangélico como al que revela en el mundo el misterio de la salvación mediante el Mesías crucificado. A esto parece que va dirigida la absoluta pobreza de medios en el apóstol, catequista, evangelizador. La Iglesia es en sí, como lo fue Cristo, portadora de la salvación, pero no tiene ningún aspecto triunfalístico pagano y mundano. Cristo triunfó por su Misterio Pascual sobre el pecado y la muerte. La Iglesia sigue ese mismo camino, no puede prescindir de ello.
Esto no podemos olvidarlo, aun en nuestro aspecto de vida escondida, crucificada, en la pobreza y debilidad, en nuestras limitaciones. La doctrina que subyace en esta lectura es la de que la victoria se realiza en la humildad y en la carencia de medios humanos. No podemos prescindir de ellos, ciertamente; pero no hemos de poner nuestro afán en ellos. San Pablo nos dice que todo es para nosotros, para nuestra utilidad, para nuestro provecho, pero nosotros somos de Cristo y Cristo de Dios. Ése es el orden que siempre han seguido los santos. Emplear los medios de este mundo para el servicio de Dios, sin estar apegados, sino desprendidos totalmente de ellos.
En la celebración litúrgica no agotamos toda la responsabilidad de nuestra fe y de nuestra identidad cristiana. Esto se ha de prolongar en la vida cotidiana, como testigos y apóstoles de Cristo.
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.