Al utilizar el discernimiento espiritual debemos reconocer que no se puede reducir a tan solo la práctica de distinguir entre lo bueno y malo, pero entre lo bueno y casi bueno.
Aun mas, el discernimiento espiritual no solo significa poder reconocer falsedad en lo que se dice, pero también reconocer falsedad poniendo atención a lo que no se dice.
Y muchas veces los aspectos principales del Evangelio que son omitidos pueden resultar aun más dañinos, resultando en un Evangelio que da apariencia pero carece del poder para transformar vidas.

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