Lo atractivo de Raymond Aron es su utilidad para el análisis del presente. El liberalismo de Raymond Aron se caracteriza por el realismo político; es decir, su sujeción a la realidad de la vida política para encontrar la mejor situación para las libertades. Raymond Aron no es un autor que guste a una parte del liberalismo, a la economicista, ni gusta a los anarcocapitalistas. Tampoco fue del agrado de la izquierda, a la perteneció en sus inicios en la década de 1930. El motivo de este desprecio fue, entre otras cosas, que retrató perfectamente a los intelectuales en los que se apoya el socialismo en cualquiera de sus fórmulas, ya sea el comunismo o el intervencionismo. Es muy interesante utilizar las enseñanzas de Raymond Aron para analizar la hegemonía del paradigma progresista y de la labor de sus intelectuales.
Hoy vamos a hablar de Raymond Aron, nacido en 1905 y fallecido en 1983 en París, con obras fundamentales como Democracia y totalitarismo, de 1965, y “El opio de los intelectuales” publicado en 1955, en la que nos vamos a basar hoy, y lo vamos a hacer como en otros episodios: sacaremos de su obra aquello que nos sirve para analizar el presente.

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