La fotovoltaica flotante trata de usar parte de las superficies acuáticas, de embalses o acumulaciones que son artificiales, para crear pequeños campos solares de producción energética, de energía fotovoltaica. Y sacan lo mejor de ese escenario, por ejemplo, la refrigeración que produce el agua. No hablamos de zonas lacustres, endorreicas, naturales, sino de embalses, lagos artificiales, balsas de riego, o antiguas canteras o minas a cielo abierto. La historia de la fotovoltaica flotante es muy reciente. La primera se creó en Aichi, en Japón, en el año 2007. Para analizar qué es y su proyección, hablamos con Miguel Patena, Director del Área de Innovación de EDP Producción, una EDP que lleva a cabo uno de los proyectos pioneros en España; y con Andrés Franco, CEO de Isigenere, una compañía que aporta parte de la tecnología de estas plantas.

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