Una polémica subasta de 623 objetos del Holocausto fue suspendida en Alemania tras fuertes críticas internacionales. La casa Felzmann planeaba vender cartas de prisioneros, registros de la Gestapo y una Estrella de David usada, provocando condenas del Comité Internacional de Auschwitz y del Instituto Fritz Bauer, que denunciaron la “mercantilización de la memoria”. El Gobierno de Polonia exigió cancelar la venta y pidió que los objetos regresen al Museo de Auschwitz, insistiendo en que la memoria no es un bien comercializable. Felzmann defendía la subasta como un aporte a la investigación, pero la presión mundial terminó imponiéndose.Lucas y Clara comentan: Hay memorias que no se venden. Se honran… o se traicionan.Lucas y Clara es un pódcast de El Comercio. 📩 [email protected] 🌐 www.elcomercio.com

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