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Escuchar "Mateo 21 (La mayor ofensa)- Ruta 66 con José de Segovia"
Síntesis del Episodio
¿Qué fe puede "mover montañas"? Jesús dijo que "si tuvieras fe y no dudaras", le dirías a un monte: "quítate, échate en el mar y sería hecho" (Mateo 21:21). En esta parada en nuestro viaje por la vida a la luz de los 66 libros de la Biblia, pensamos en esa "Fe que puede mover montañas", pero que no es de la que habla el habitual interprete de nuestra sintonía, Nat King Cole en la canción de 1952, que lleva ese mismo título...
La Biblia no dice que ningún monte se moviera. Está claro que no se refiere a eso, pero el hecho de que no sean, literalmente montes, no significa que se pueda aplicar a cualquier otra cosa. Es una fe que se basa en las promesas de Dios, reveladas en su Palabra (v. 22). No es fe en la fe, como a la que parece referirse Eric Clapton en su disco "Viajero" (Running On Faith 1989), que hace tras una década luchando con el alcohol. Es más bien, la canción de Bryn Haworth, el músico del grupo psicodélico británico de los años 60, The Fleur De Lys, que tanto se ha comparado con Clapton, convertido al cristianismo evangélico en 1974. Hizo la canción que da título a este álbum, "Movedor de montañas" en 1985, cuando estaba tocando la guitarra para Cliff Richard, mientras grababa uno de los discos en que acompaña a Gerry Rafferty.
Cuando Jesús va al templo, los principales sacerdotes y ancianos del pueblo judío cuestionan su autoridad (vv. 23-27). A lo que responde con dos parábolas: la de los dos hijos (vv. 28-32) y la de los labradores malvados (vv. 33-46), que anuncian el juicio Dios y la posibilidad del arrepentimiento. Pocas películas como "Dogville" (2003) plantean esa ofensa última, que para el director sueco Lars Van Trier hace imposible el perdón. Su historia es también toda una parábola. El personaje de Nicole Kidman se llama significativamente Gracia. Llega a un remoto pueblo, donde sirve a sus habitantes, que acaban encadenándola y entregándola a sus enemigos. El final no puede ser más sorprendente. Para comentarlo, José de Segovia tiene, esta vez, que destripar la historia, algo que no solemos hacer habitualmente, pero en este caso, como en las parábolas de Jesús, la conclusión es la clave de todo. Lo compara con el relato del Evangelio, sobre la música de la banda sonora original de Vivaldi, Haendel, Albinoni y Pergolesi.
"La falta de arrepentimiento que muestra la parábola de Jesús viene porque tenemos "corazones de piedra", como canta Dion, el pionero del "duduá" o "doo-woop" en las calles neoyorquinas de los años 50, convertido al cristianismo evangélico en los años 70. Per-Erik Hallin es un músico sueco que llegó a tocar el piano y cantar para Elvis Presley en los años 70. Es conocido en Suecia por ser la voz del pato Donald en los dibujos de Disney. Convertido a la fe evangélica, descubrió que hay cosas para las que es "Mejor tarde que nunca" en 1982. Acabamos con el anuncio del juicio de Cristo "Cuando Él vuelva" en la composición que hizo el Premio Nobel de Literatura en sus "años de Jesús", Bob Dylan, esta vez en una versión en vivo en Toronto (Canadá). Las palabras del Evangelio son una seria advertencia para nosotros, también hoy..."
La Biblia no dice que ningún monte se moviera. Está claro que no se refiere a eso, pero el hecho de que no sean, literalmente montes, no significa que se pueda aplicar a cualquier otra cosa. Es una fe que se basa en las promesas de Dios, reveladas en su Palabra (v. 22). No es fe en la fe, como a la que parece referirse Eric Clapton en su disco "Viajero" (Running On Faith 1989), que hace tras una década luchando con el alcohol. Es más bien, la canción de Bryn Haworth, el músico del grupo psicodélico británico de los años 60, The Fleur De Lys, que tanto se ha comparado con Clapton, convertido al cristianismo evangélico en 1974. Hizo la canción que da título a este álbum, "Movedor de montañas" en 1985, cuando estaba tocando la guitarra para Cliff Richard, mientras grababa uno de los discos en que acompaña a Gerry Rafferty.
Cuando Jesús va al templo, los principales sacerdotes y ancianos del pueblo judío cuestionan su autoridad (vv. 23-27). A lo que responde con dos parábolas: la de los dos hijos (vv. 28-32) y la de los labradores malvados (vv. 33-46), que anuncian el juicio Dios y la posibilidad del arrepentimiento. Pocas películas como "Dogville" (2003) plantean esa ofensa última, que para el director sueco Lars Van Trier hace imposible el perdón. Su historia es también toda una parábola. El personaje de Nicole Kidman se llama significativamente Gracia. Llega a un remoto pueblo, donde sirve a sus habitantes, que acaban encadenándola y entregándola a sus enemigos. El final no puede ser más sorprendente. Para comentarlo, José de Segovia tiene, esta vez, que destripar la historia, algo que no solemos hacer habitualmente, pero en este caso, como en las parábolas de Jesús, la conclusión es la clave de todo. Lo compara con el relato del Evangelio, sobre la música de la banda sonora original de Vivaldi, Haendel, Albinoni y Pergolesi.
"La falta de arrepentimiento que muestra la parábola de Jesús viene porque tenemos "corazones de piedra", como canta Dion, el pionero del "duduá" o "doo-woop" en las calles neoyorquinas de los años 50, convertido al cristianismo evangélico en los años 70. Per-Erik Hallin es un músico sueco que llegó a tocar el piano y cantar para Elvis Presley en los años 70. Es conocido en Suecia por ser la voz del pato Donald en los dibujos de Disney. Convertido a la fe evangélica, descubrió que hay cosas para las que es "Mejor tarde que nunca" en 1982. Acabamos con el anuncio del juicio de Cristo "Cuando Él vuelva" en la composición que hizo el Premio Nobel de Literatura en sus "años de Jesús", Bob Dylan, esta vez en una versión en vivo en Toronto (Canadá). Las palabras del Evangelio son una seria advertencia para nosotros, también hoy..."