Creemos que toda "herida familiar" es un conjunto de conductas u omisiones que nuestros cuidadores han establecido como algo constante en nuestro proceso de crianza y que ha generado en nosotros sensaciones de: confusión, dolor, abandono, autoexigencia, rechazo o desprotección.

Muchas de estas situaciones vividas en nuestras primeras etapas de la vida configuran una buena parte de nuestra vida adulta, en especial la forma en la que nos vinculamos con nuestra pareja, con nuestros hijos y con el resto de personas.

En este episodio intentamos dar algunas pinceladas de las que podrían ser estrategias de recuperación afectiva que cualquiera podría empezar a implementar en sí mismo y su entorno más cercano.

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