Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
S. Lucas 8:15 RVR1960

Perseverar en lo bueno y recto

Verdaderamente, una manera en que la paciencia se orienta a los demás es al perseverar para hacerles bien. Las buenas obras de los hijos de Dios son características  personales:  son por el bien de los demás es decir reflejar la imagen y la semejanza de nuestro creador. Cuando Jesús cuenta la parábola del sembrador, él caracteriza el suelo fértil como aquellos “que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia' (Lucas 8:15). 
Para poder ser perseverantes debemos ser pacientes. La paciencia no sólo es un fruto que produce el mismo Espíritu Santo, sino que también nos ayuda a dar fruto por el bien de los demás.

No hay una forma  de dar fruto de forma genuina y a largo plazo en este mundo caído sin luchas ni obstáculos, la resistencia es proceso el proceso es firmeza, y arribar a cosas mayores e imposibles. Servir a los demás de una forma genuina implica tener roces con ellos en poco tiempo. Por lo tanto, necesitamos la paciencia  siendo está la virtud del espiritu que nos ayuda a perseverar en hacer el bien, y a no dejar  las causas valiosas cuando se presentan la oposición, el trabajo arduo y la fatiga. No abandones a las almas, no abandones tu ministerio, no abandones tu matrimonio, persiste en la fe, cree por lo imposible,  cree por tus hijos,ama con todo tu corazón, el amor es benigno no busca lo suyo, no sé irrita, no es jactancioso, todo lo sufre, todo lo puede , todo lo soporta y todo lo da. El amor es paciente.el amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. el amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

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