Hablar bien, 
no cuesta nada  y  trae beneficios. Podemos sustituir toda la manera de hablar por buenos hábitos, haciendo caso omiso a esas palabras ociosas que nos dijeron o que nos signamos nosotros mismos, crear nuevos hábitos y empezar a escuchar   lo que Dios nos dice en su palabra.
Dios dice que eres un escogido: “Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”

Dios dice que te ama de una manera que tú no conoces: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” 
Dios dice que eres Su hijo/a: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él” 
Dios dice que eres valioso/a: “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida” 
Dios dice que eres heredero/a de la promesa: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” ¿Puedes creelo?

Y así podria seguir enumerando todas las maravillas que Dios dice de nosotros, por lo cual, te insto en esta mañana a enfocarte en las promesas de Dios, sustituyendo esas palabras de maldición que has escuchado y que tu mismo pronunciado, palabras negativas y de desanimo , por las palabras amorosas del Padre que te ama con amor eterno. Él hoy te dice : “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros —declara el Señor— planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”. 
Hay palabra viva de Dios para ti ,Si puedes creer ,palabra que es fiel y verdadera, también nos dice acerca de sus promesas: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” .
Confía en Su palabra y deja que ella lave y limpie tu vida , como jabón de lavadores.

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